Tibet

Caminar y soñar. Todos los viajes y aventuras comienzan dentro de uno mismo. Seguramente hay mil y una razones para echarse al camino, pero la más poderosa de todas es el impulso interior, indescriptible e irracional, que como una feroz corriente nos proyecta hacia lo desconocido y misterioso. Mikel

31 mayo 2006


Al entrar en el monasterio percibi que los peregrinos estaban muy excitados. Subimos por unas escaleras y llegamos hasta una sala donde en un trono estaba sentado un lama de unos 10 anhos. Los pereginos se postraron frente a el, despues fuimos pasando uno a uno para recibir su bendicion.