Tibet

Caminar y soñar. Todos los viajes y aventuras comienzan dentro de uno mismo. Seguramente hay mil y una razones para echarse al camino, pero la más poderosa de todas es el impulso interior, indescriptible e irracional, que como una feroz corriente nos proyecta hacia lo desconocido y misterioso. Mikel

29 junio 2006

De Tibet a China y Mongolia

Querid@s amig@s,

Hace un tiempo ya que no os escribo, la verdad ando un poco perezoso últimamente. Ya estoy casi al final de este viaje por Asia, y lo noto, las energías ya no son las mismas que al inicio. Ahora estoy en Mongolia, y en un par de semanas saldré en tren hacia Rusia, en el transiberiano. Desde allí iré a visitar a unos grandes amigos en Bruselas, y después ya para casa, a finales de julio.

El ultimo mail os lo escribí desde Gyantse, Tibet, antes de ponerme a hacer dedo en dirección al Monasterio de Ralung. Mi aventura Tibetana fue una experiencia muy intensa. Por momentos dura, pero desde luego que intensa. Pues bueno, en Gyantse finalmente salió todo bien, un camion de carga me paró y llevó hasta el cruce del Monasterio, y en un par de horas de caminata llegué a Ralung. Pasé tres días con los monjes. Todo muy bien, menos la comida, que después de tres días ya no podia con ella, sobre todo la carne de Yak, que es fuertisima. La comunicación no es que fuese muy fluida, pero por señas nos entendiamos mas o menos.

Después viajé a otros dos monasterios, Samdi y Samye. Al primero llegué después de una larga caminata, y los monjes pasaron bastante de mí. Así que ya al anochecer me bajé al pueblito, donde no había ningún hospedaje, y me planté en medio de la placita central a esperar que alguién se apiadara de mí y me invitará a dormir en su casa. Después de un rato y varios encuentros fallidos, un hombre de unos 40 anhos me invitó a su casa.

Fue muy bonito compartir una noche con una familia tibetana. Vacíe todas las provisiones de comida que llevaba en la mochila y la mujer de la casa preparó unos fideos con setas que estaban para chuparse los dedos. La mitad de la familia dormimos en la sala….y durante la noche ocurrió algo que aún no se muy bien si fue un sueño: de madrugada toda la familia se juntó en la sala, encendieron las luces, y me pareció que estaban comiendo…charlaron durante un buen rato, y luego se fueron de nuevo a dormir. Yo estaba tan cansado de la caminata que escuchaba las voces y sentía la luz de la sala en los ojos, pero sin acabar de despertarme. Vamos que un misterio.

La ultima vez que me ocurrió algo así fue en Birmania. Aquella vez toda la familia se habia despertado de madrugada para comer juntos y despedir a una de las hijas, que salía al mercado a vender flores. Solo que el mercado estaba a 20 kilometros a pie, así que para llegar temprano la muchacha tuvo que salir a las 4 de la mañana!

El Monasterio de Samdi está situado en las laderas de una montaña, frente a la cual se extiende un gran lago y detrás del mismo las grandes montañas del Himalaya. Las vistas desde lo alto de las montañas de Samdi son realmente impresionante, podeis verlas en el Blog (www.portibet.blogspot.com).

De Tibet fui a Pekín, donde pasé dos semanas, y de allí a la Provincia China de Shanxi. Ya os contaré en otro mail sobre la etapa china de mi viaje. Y de Mongolia también os hablaré más adelante, pues aunque llevo casi una semana, hasta mañana no saldré de viaje por el interior del país. Todo este tiempo he estado peleándome con los funcionarios de la embajada rusa, que no hacen más que poner pegas para darme el visado. He conocido a viajeros que han tenido que ir hasta cuatro veces, hasta que les han aceptado los documentos. Yo ya voy dos visitas, y espero que la proxima sea solo para recoger el visado.

Ulan Bator no es una ciudad muy interesante, y hay que andarse con mucho ojo. Hoy en el gran mercado, que estaba visitando junto a un holandés y un ingles, me han intentado robar la cartera, una banda de unas cinco personas. Cuando me dado cuenta ya tenía media cartera fuera del bolsillo. Por suerte todo ha acabado bien, pero ya he aprendido la lección.

Bueno amig@s, os mando un fuerte abrazo. Espero vuestras noticias, y perdonarme si últimamente estoy algo parco en palabras.

Mikel